13/5/08

Los escépticos y los optimistas se miran siempre de reojo...

Los escépticos y los optimistas se miran siempre de reojo.
Son desconfiados de nacimiento.
Los escépticos se burlan de los demás y de sí mismos.
Se aburren de creer y no echan de menos las ausencias.
Los optimistas vencen al tedio y a la fiebre.
Aprenden del ayer y no lo borran.
Conocen y reconocen que vendrá algo mejor y desde ya preparan la bienvenida.
Los escépticos van y vienen sin nada.
Y lo que es peor, sin nadie. Abrazan alpesimismo como único consuelo.
Inventan una tristeza sin lágrimas, dura como una mueca.
Los optimistas se entienden con el río y con el cielo que lleva en su corriente.
Saben que allí navega la tutela más leal, más respetable, y asumen el alma como agua.
Los escépticos son apenas mendigos y el tiempo que transcurre les deja su limosna.
No logran escapar del viejo laberinto y reciben mensajes que son indescifrables.
Los optimistas en cambio guardan a menudo algo de gloria, que no es siempre la de hoy ni la de antes.
Hacen un nudo con las certidumbres y llenan su bolsillo de poesía.


Mario Benedetti
Biblioteca de autores contemporáneos- Mario Benedetti