16/6/08

La pequeña muerte (Eduardo Galeano)

No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje,
a lo más alto de su vuelo:en lo más hondo,en lo más alto,nos
arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso
dolor,lo que pensándolo bien nada tiene de raro,porque nacer
es una alegría que duele. Pequeña muerte,llaman en francia a la
culminación del abrazo,que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos
nos encuentra y acabándonos nos empieza.Pequeña muerte,la llaman;
pero grande,muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.


En tiempos de encuentro y de abrazos, la lucha por aquello en que creemos nos arrebata a pedazos las mezquinas certezas cotidianas y nos arroja impiadosa al universo de la incertidumbre.
Se requiere el valor que a veces falta, y resulta imprescindible la cercanía de los que comparten nuestros sueños.
Porque el encuentro en el abrazo con los otros, nos devuelve siempre renacidos, apostamos a la vida aunque nos rompa una y mil veces en pequeñas muertes necesarias.