24/4/08

Delirio del incrédulo

Bajo la flor, la rama;sobre la flor, la estrella;bajo la estrella, el viento.¿Y más allá?Más allá, ¿no recuerdas? , sólo la nada.La nada, óyelo bien, mi alma:duérmete, aduérmete en la nada.[Si pudiera, pero hundirme... ] Ceniza de aquel fuego, oquedad,agua espesa y amarga:el llanto hecho sudor;la sangre que, en su huida, se lleva la palabra.Y la carga vacía de un corazón sin marcha.¿De verdad es que no hay nada? Hay la nada.Y que no lo recuerdes. [Era tu gloria.] Más allá del recuerdo, en el olvido, escuchaen el soplo de tu aliento.Mira en tu pupila misma dentro,en ese fuego que te abrasa, luz y agua. Mas no puedo.Ojos y oídos son ventanas.Perdido entre mí mismo, no puedo buscar nada;no llego hasta la nada.Roma. Enero, 1950. Hotel d'lnghilterra

María Zambrano



"Una cultura depende de la calidad de sus dioses"